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¿Qué es la acetilcisteína?

Acetilcisteína

El nombre de este fármaco probablemente te resulte familiar. De hecho, la acetilcisteína es el principio activo de los productos Fluimucil, como pueden ser Fluimucil Jarabe o Fluimucil Forte, entre otros. Se trata de un compuesto también conocido como ácido (R)-2-acetamido-3-sulfanilpropanoico o N-acetilcisteína, o NAC, en su abreviatura. Se compone de moléculas de hidrógeno, azufre, nitrógeno y oxígeno, siendo su fórmula química C5H9NO3S.

¿Para qué sirve la acetilcisteína?

La acetilcisteína se utiliza como tratamiento coadyuvante en los procesos respiratorios que cursan con secreción mucosa excesiva o espesa, haciendo que se vuelva más fluida.

La acetilcisteína puede presentarse en diversos formatos, ya puede ser en jarabes, comprimidos efervescentes o granulado, si bien también puede administrarse por inhalación o inyección intravenosa siendo estas dos últimas siempre bajo supervisión médica.

Así mismo, la acetilcisteína es precursora en la síntesis de la glutatión, normalizando sus niveles, siendo un óptimo antioxidante de las células.

¿Posee la acetilcisteína interacciones y efectos secundarios?

Asimismo, siempre hemos de consultar con nuestro médico o con el farmacéutico las distintas interacciones que puedan producirse con otros medicamentos que podamos estar tomando, e indicarles si tenemos alguna circunstancia especial que pueda interferir en su administración o la aparición de cualquier efecto secundario. 

No se debe administrar al mismo tiempo que antitusivos e inhibidores de la secreción bronquial, como anticolinérgicos y antihistamínicos. No debe tomarse durante el periodo de lactancia.

La acetilcisteína posee efectos secundarios poco frecuentes, aunque se han descrito los de reacciones de hipersensibilidad como prurito, urticaria, erupciones cutáneas, broncoespasmo, cefalea, zumbido en los oídos, dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.