El resfriado: cómo combatirlo correctamente

Con la llegada de la época otoñal aparecen los primeros resfriados, a cargo de los más de 200 virus capaces de provocarlos, por lo que no es raro que enfermemos casi sin darnos cuenta. Muchas veces lo achacamos al frío, aunque se ha demostrado que este por sí mismo no provoca ninguna enfermedad.

Lo primero de todo, es dejar claro que el resfriado, también llamado resfriado común, constipado o catarro, no se cura, sino que se tratan sus síntomas. Estos síntomas suelen incluir la congestión nasal, molestias en la garganta, malestar general, estornudos, mucosidad, tos y febrícula. La duración de esta infección suele rondar entre los siete y diez días, siendo los tres primeros el momento de mayor intensidad.

Por lo general, mantener una buena higiene y otros hábitos saludables, nos ayudará a reducir el riesgo de padecer un resfriado. Sin embargo, si ya hemos caido enfermos, podremos recurrir a un medicamento adecuado para nuestra necesidad, dependiendo de los síntomas que padezcamos. Un medicamento mucolítico como Fluimucil Forte podría ser una solución si sufrimos de mucosidad. Si además tenemos malestar general o febrícula, podemos contar con Fluimucil Complex, una combinación de paracetamol y acetilcisteína.

¿Qué hacer si un resfriado no mejora?

Si un resfriado no cesa y no se produce una evolución de mejora, seguramente existe alguna complicación detrás de la que no somos conscientes, por lo que se debería acudir al médico.

La sinusitis es una posible complicación y puede ocurrir tras una gripe o un catarro. Está caracterizada por abundante mucosidad y la consecuente obstrucción nasal, dolor de cabeza y región superior de la cara, así como tos, estornudos, y fiebre moderada. La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales, que son los espacios huecos por donde pasa el aire en el interior de los huesos que rodean la nariz. 

Por otro lado, la rinitis crónica (o inflamación de la mucosa nasal), se caracteriza por la congestión y secreción abundante de mucosidad. Es un proceso que puede ser posterior a un resfriado y prolongarse en el tiempo. En estos casos, se requiere de un examen a mayor profundidad por un profesional sanitario y puede llevar a la toma de muestras y el posterior tratamiento con antibióticos.

Por tanto, no conviene descuidar nuestro estado de salud, y debemos comprobar si somos propensos a este tipo de dolencias. Que un resfriado “no termine de curarse” no es algo que se deba dejar a la ligera, ya que estas dos patologías, sinusitis y rinitis crónicas, pueden estar detrás. Las complicaciones pueden dar lugar a otros tipos de afecciones como una neumonía, que requiere de una atención inmediata por parte de un profesional sanitario y un tratamiento adecuado.